El objeto es eliminar el monóxido de carbono,
generado por los gases de escape de los vehículos en las playas de
estacionamiento, a fin de evitar que las concentraciones de monóxido de
carbono sean perjudiciales para la salud
humana.
Básicamente el sistema consiste en la
detección de niveles contaminantes de monóxido de carbono, empleando para ello
sensores calibrados a fin de no sobrepasar los 35 ppm (partes por millón), que accionarán
el arranque del sistema de ventilación y extracción.
El diseño del sistema cumple con las normas
técnicas del reglamento nacional de edificaciones.